¿Alguna vez te han fallado las cartas? 🤨 ¿Crees que el tarot se puede equivocar? Si es así, ¿por qué crees que sucede esto?
Es muy posible que alguna vez hayas fallado en tus predicciones, o incluso que otra persona que te echase las cartas no te haya dado datos erróneos o que no se han cumplido. Esto puede hacer que nos planteemos si realmente las cartas del tarot son las infalibles como pensamos.
Para empezar, mi experiencia me dice que las cartas nunca se equivocan: es el tarotista el que se equivoca.
Hay muchos motivos por los que nos podemos equivocar a la hora de hacer una lectura de tarot.
Vamos a ver los principales errores que todos hemos cometido alguna vez a la hora de leer las cartas:

1. Interferencia con tus sentimientos
Este es un error muy común cuando lees las cartas para ti. Echarse las cartas a uno mismo no es nada fácil porque no existe distancia entre sus miedos, deseos y expectativas sobre la tirada y la información intuitiva que te pueda estar llegando.
Todo se encuentra dentro del mismo bote que eres tú mismo y por este motivo es difícil diferenciar la intuición de tus propios pensamientos.
2. Tendencia a la exageración
Seamos sinceros: en tarot hay mucho drama. Y en la vida también, pero los eventos de los que nos hablan las cartas no siempre son tan terribles como podemos interpretar de antemano.
La carta de La Torre no tiene por qué ser el fin de mundo, y el Caballo de Copas no siempre es el príncipe azul (o tal vez lo sea, pero sólo durante un fin de semana)
3. Ignorar unas cartas y centrarnos en otras
Esto está relacionado con el primer punto. Cuando nos dejamos influenciar por nuestros deseos es muy fácil ignorar ciertas cartas que podrían ser una luz roja y centrarnos en su lugar en las cartas positivas.
Todas las cartas de una tirada de tarot ofrecen información relevante, así que todas deben tenerse en igual consideración.
4. Confundir el futuro inmediato con el futuro a largo plazo
Esto es algo muy curioso que pasa muy a menudo que nadie se suele dar cuenta de ello. Cuando interpretamos las cartas del tarot en una posición de futuro tendemos a pensar que ese futuro será estable e inamovible.
La experiencia me ha dicho que en las tiradas de tarot las cartas que representan al futuro suelen hacer relación a eventos que están a punto de suceder próximamente. Sin embargo, muchas veces pensamos que las cartas nos hablan de un futuro eterno que está escrito en piedra, como una sentencia para toda la eternidad.
Si nuestra vida está en constante cambio, ¿qué nos hace pensar que el futuro no evolucionará también?

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5. Ignorar los cambios en el presente
El verdadero propósito del tarot no es conocer el futuro sino ser consciente de lo que te sucede en el presente para poder crear el futuro a tu gusto.
Cuando miro cartas de futuro en una tirada de tarot es con la intención de ver por dónde se están encaminando las cosas si no realizo cambios en el momento presente. Por tanto, si haces cambios en tu situación actual lo lógico es que esos cambios modifiquen también tu futuro.
Si quieres darle un uso práctico al tarot deberías llevar a cabo cambios en tu vida con el fin de tomar mejores decisiones y lograr el objetivo que estés persiguiendo.
Por este motivo, una Torre en tu futuro podría transformarse en un 10 de Copas tomando las acción correctiva que te aconsejen las cartas para el presente (o la acción que tú consideres oportuna)
Que no se cumplan las predicciones de futuro en este caso no sería un error de lectura sino una muestra de que le estás sacando partido real a tus tiradas de tarot.
6. Falta de confianza en la información intuitiva
La falta de confianza es el talón de Aquiles de todo tarotista. No importa si te echas las cartas a ti mismo o los demás, ni tampoco tu grado de experiencia, dudar de nuestros dones es un demonio que nos acosa a todos en algún momento.
Cuando dudas de la información que te llega de manera intuitiva es muy probable que prefieras limitarte a los significados que te has aprendido de las cartas y que prefieras ir sobre seguro antes que jugártela con la información «absurda» que tu sexto sentido está percibiendo.
Esto puede dar lugar a lectura erróneas. Es importante confiar siempre, por muy absurdo que pueda parecer lo que está diciendo tu intuición.
Recuerda: lo que no tiene sentido para ti posiblemente sí lo tenga para la otra persona.
7. Forzar los detalles
Es posible que pienses que para leer bien las cartas del tarot es importante que sepas dar fechas, ver imágenes en tu cabeza o saber nombres de personas y lugares. Nada más lejos de la realidad.
Un buena tirada de tarot no debe ser detallada sino útil. El saber cuándo va a suceder algo no tiene por qué ser relevante en absoluto, sin embargo el percibir un sentimiento sí puede serlo.
No sientas presión por dar detalles precisos si no los están percibiendo porque es posible que caigas en el error de inventarte la tirada por el deseo de querer impresionar al consultante.
Y, evidentemente, una tirada de tarot inventada no es una buena tirada,
8. Interpretar en exceso
Esto está relacionado con los anterior. Tal vez sintamos presión por dar información detallada a la otra persona y esto nos lleve a interpretar demasiado la información que nos llega.
Es habitual que la información intuitiva sea abstracta, absurda, imprecisa o simplemente difícil de explicar.
Una buena tirada consiste en transmitir esa información tal cual te llega. Si no comprendes lo que significa es mejor que seas sincero.
Lo más seguro es que la otra persona sí comprenda perfectamente lo que para ti es un sinsentido.
Pero si te arriesgas a interpretar sin estar seguro es probable que el mensaje principal se pierda en medio de la interpretación

9. Estar condicionado por el consultante
Esto es lo mismo que el punto número uno pero ahora con otra persona.
Cuando conoces bien a la persona a la que le estás echando las cartas o ya sabes demasiadas cosas sobre su vida es fácil dejarse condicionar por esos conocimientos y dejar que éstos guíen la lectura.
A la hora de leer el tarot para otra persona cuanto menos sepas del consultante más fácil será diferenciar la información intuitiva del resto de la información disponible.
10. Miedo a ser juzgado
Esto suele suceder cuando lees el tarot para una persona con la que tienes confianza.
Es posible que las cartas revelen mensajes incómodos de transmitir. Y también es muy posible que sientas que tu amigo o familiar pueda pensar que estás utilizando el tarot para decir lo que realmente opinas de esa persona o situación, cosas que de otra manera no dirías.
Para más inri, cabe la posibilidad de que las cartas quieran transmitir precisamente esos pensamientos que prefieres reservarte para ti.
Sea cual sea la situación, a veces no transmitimos los mensajes en su totalidad por miedo a que nuestro amigo/a piense que el mensaje de las cartas es nuestra opinión personal. No es fácil decirle a un que es un vago y que ya es hora de mover culo, por ejemplo.
Si no somos totalmente sinceros a la hora de transmitir los mensajes de las cartas, por encima del miedo a ser juzagados, no estaremos haciendo una buena tirada.

11. Deseo de complacer
Cuando echas las cartas de tarot para otras personas tienes que estar preparado para transmitir todo tipo de mensajes. La mayoría de las veces serán mensajes difíciles, ya que la personas acuden al tarot en busca de ayuda.
Si intentas endulzar un mensaje negativo (una ruptura evidente de pareja, por ejemplo) por querer hacer sentir bien a la otra persona ésa será una tirada errónea.
Además, no le estarás haciendo ningún favor al consultante porque con el tiempo todo saldrá la luz, tanto la relación abocada al fracaso tanto como las falsas esperanzas de la lectura endulzada.
12. Conexión errónea
Ésta es la única ocasión en la que las cartas sí se pueden equivocar, pero sería una vez más por una práctica por parte del tarotista.
Cuando te preparas para hacer una tirada de tarot es imprescindible estipular tu intención clara de conectar con una sabiduría superior que provenga de un lugar de luz.
Si no te encuentras bien emocionalmente, no pones ningún tipo de intención en tu conexión, ni tampoco haces ningún ritual de limpieza y protección no sabrás realmente qué mano invisible está controlando los mensajes de tus cartas.
Si somos conscientes de estos posibles errores cuando usamos el tarot será más difícil que caigamos en ellos.
Y si además hacemos el esfuerzo de no dejarnos llevar con nuestros sentimientos, miedos, deseos o juicios, entre muchas otras cosas, conseguiremos que nuestras tiradas de tarot sean más sinceras, más acertadas y, en definitiva, más útiles, tanto para nosotros como para los demás.